miércoles, 4 de mayo de 2011

UNA RESPUESTA

RELATIVISMO Y ESCEPTICISMO

Alguien me ha escrito preguntándome la diferencia entre “escéptico” y “relativista”. Dice que es bastante común encontrarse con personas que dicen ser “escépticas” y que en cambio nunca ha hallado a alguien que se proclame relativista.  Parece que declararse “escéptico” está de moda y por eso muchos lo hacen, y que la palabra “relativista” tiene un cierto matiz negativo y por eso no hay quien diga serlo.
Estamos de acuerdo con el amable lector. En verdad es muy poco frecuente por no decir imposible encontrarse con alguien que afirme ser un relativista; aunque también es cierto que una cosa es lo que se dice con la boca y otra lo que se muestra en la conducta. Muchas de las personas que negarían ser relativistas si les preguntáramos, viven su vida  como auténticos relativistas, independientemente de que lo reconozcan o no. En esto pasa lo mismo que con los que niegan ser ateos pero se comportan en su vida diaria como si Dios no existiera.
También es cierto que declararse “escéptico” es hoy en día casi una moda. Parece que quien se declara escéptico pasa por ser una persona inteligente, moderna, crítica, etc. Y al contrario quien dice creer en algunas cosas como principios, valores, sistemas filosóficos o religiosos, es tenido como alguien tonto, atrasado, irracional, fanático y hasta nazi.
De manera que si alguien quiere que lo consideren inteligente e interesante lo mejor que puede hacer es que ante una discusión sobre estos temas diga ser “escéptico” y ya tiene el buen nombre garantizado.
Tratemos entonces de contestar la pregunta del lector. ¿Qué diferencia existe entre un relativista y un escéptico?
¿Recuerdan ustedes los dos famosos griegos que mencionábamos hace tiempo? Gorgias y Protágoras. De ellos ¿quién es el relativista y quién es el escéptico? El escéptico es Gorgias y el relativista es Protágoras. ¿Por qué? Recordarán ustedes sus dos famosas frases:
-          “El hombre es la medida de todas las cosas”(Protágoras)
-          “Nada existe. Si algo existiera no podríamos conocerlo. Y si acaso pudiéramos conocerlo, no nos sería posible comunicarlo".(Gorgias)
La palabra escepticismo viene del verbo griego “skeptomai” que significa “examinar”. De manera que un escéptico, según el sentido de la palabra, sería alguien que examina, que revisa, que profundiza, que estudia, que es reflexivo sobre sus pensamientos y sobre su conducta. Sin embargo, no es esto lo que se entiende por escéptico actualmente. Hoy, cuando alguien dice serlo, comúnmente lo que quiere decir es: “prefiero no opinar”, “no tengo opinión sobre ese tema”, “no creo en eso”, “me parece sin importancia”, “tengo muchas dudas al respecto”, etc.   

Filosóficamente el escepticismo consiste en afirmar que no hay verdad, que no existen valores absolutos y universales, válidos para todo tiempo y lugar. Cae en el error de afirmar: “Es verdad que no existe la verdad”.
El relativismo no rechaza la existencia de la verdad y de los principios, pero enseña que todo depende de cada cultura, de cada época, de cada lugar, de cada individuo, etc. En este sistema cada cultura es libre de tener como verdad lo que ella considere como tal; y en cuanto a patrones de conducta sucede lo mismo, cada cultura acepta los comportamientos que le parecen “aceptables”. De manera que no es posible ubicar una cultura por encima de otra, o una época por encima de otra, puesto que no existen criterios de juicio universales.
Los relativistas más atrevidos llegan incluso a enseñar que ni siquiera es cuestión de culturas o épocas sino de individuos. Cada individuo es libre de creer lo que quiera, comportarse como quiera, y tener como verdad lo que a él le parezca. Y nadie debe ser rechazado, excluido, criticado, discriminado, ni por sus conductas, ni por sus creencias, ni por nada, puesto que todos son igual de libres de hacer y creer lo que se quiera.
En el fondo ambas posturas llegan a las mismas conclusiones, su meta es la tolerancia total y la permisividad absoluta para todo, incluso para los comportamientos más abyectos y viles que podamos imaginarnos. Todo ese esfuerzo de los homosexuales para que en las leyes se les reconozcan “derechos” es un claro ejemplo de lo que venimos diciendo. Son oportunistas que aprovechando el momento de vacío moral en que se encuentran los países presentan sus reclamaciones confiados en que serán escuchados, como de hecho ha sucedido ya en muchos países.
Esperamos haber respondido a la pregunta que nos ha sido formulada.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡EXCELENTE!

JC dijo...

Este articulo esta mucho mas claro para mi, gracias ¡¡¡

Anónimo dijo...

muchas gracias por la respuesta, me queda mas claro el tema ahora. y para cuando las otras ?

Anónimo dijo...

Me da mucha alegria encontrar a alguien que en nuestra querida Colombia, también encuentre en los proféticos textos del P. Leonardo Castellani S.J. un oasis espiritual en medio de esta apocalíptica prueba que vivi nuestra Santa Iglesia y la Sociedad Colombiana.

Anónimo dijo...

Tengo la fortuna de tener casi la obra completa del Padre Castellani, asi como el audio de varios de sus sermones, si le interesa le podría enviar copia de varios de ellos o informarles donde los puede adquirir

Quidam dijo...

Al amigo anónimo:

muchas gracias por sus amables comentarios, son para mí un motivo de satisfacción por la tarea cumplida y un aliciente para continuar en la lucha por la difusión de las buenas ideas.

Respecto de el material del querido padre Castellani por supuesto que me interesa lo que usted tenga a bien compartir.

Puede comunicarse conmigo en este correo:

leonardo.rodriguez.v@hotmail.com

Laus Deo Virginique Matri